miércoles, 28 de mayo de 2008

Mi trabajo con los presos

Aproveché mi jubilación para hacer algo útil y me dedico a dar cursos de informática en prisiones, con la ventaja de que soy yo el que decide de los horarios, mis alumnos, siempre están allí son puntuales y no hacen rabonas (novillos) ya que si obtienen el diploma tienen reducción de pena, aprenden mucho, pero mas aprendo yo.

Cuando recibí una tanda nueva (me llegan por tandas de 10) me encontré con algunos españoles de los que se equivocaron de maleta en el aeropuerto. El primer día los pongo hacer circulitos con el ratón en el Paint.

Un día, después de una hora haciendo circulitos, uno de ellos me llama muy excitado y me dice:

- Mire ya se como funciona esto, cuando avanzo el ratón el lápiz sube y cuando le doy para atrás baja sigue el movimiento del ratón (y en ese momento que no se te ocurra reír por que entonces se bloquea para todo el curso).

Al día siguiente y para que me dejen respirar les pongo a copiar una pagina de texto, con la consigna de copiarlo todo de corrido, al final ya le daremos forma con las negrillas, márgenes etc.

Un listillo cuando termino me lo enseña muy orgulloso y ¡uffff! me copio la pagina sin punto ni comas ni espacios, ósea una sola palabra de 40 líneas, tuve que pedir una botella de oxigeno para poder leerlo; pero os aseguro que la mayoría termina el curso escribiendo cartas comerciales en el formato estándar y algo de Excel.

La prueba este slam que me escribió uno.

La palabra «slame» en argot americano «la bofetada», «el impacto», tomada de la expresión to slam a door que significa literalmente « dar un portazo ». En el ámbito de la poesía oral y pública se trata de coger al auditorio por la pechera y darle bofetadas con las palabras para hacerlo reaccionar.

9m²

¿9m² para vivir?, eso es lo que nos dicen, pero, pásame un metro, y la formula para calcular el aire de de un rectángulo y veras como solo hay 8 metros escasos, venga, vamos a redondear a 9m², pero no son 9 metros cuadrados, son 9 metros rectangulares, aunque tampoco son 9m², sino 4,50 metros, por que el que esta conmigo en la misma celda, ¿donde lo metes?

El fifty- fifty no existe, por que yo tengo 5 y el 4, aunque no me quejo, menos mal que no soy propietario, estoy de alquiler y no me sale muy caro, tengo un contrato firmado con el propietario en el tribunal de Versalles, aunque pienso meterlo en justicia, por que no me paga el “APL” (mínimo vital)

Y los mas raro es que el propietario me ha enviado a la sede social de la Audiencia Provincial, todo es cuestión de papeleos. Bueno tranquilo que yo no me quejo de mi apartamento, tengo todo, pero todo al alcance de la mano, es tan grande, que gano mucho tiempo, por ejemplo, puedo mover la cacerola de espaguetis estando sentado en el WC, o puedo lavar los platos desde la cama acostado, es normal hace falta mucho espacio para tener todas las comodidades, es guapo mi apartamento.

Y no tiene nada que ver con el de mis padres, allí solo podía ver la tele en el salón, mientras que en mi apartamento la veo desde la cocina, desde la habitación, desde el salón, desde el balcón y además tengo Canal +.

¡Ha! No hable de mi balcón y de la vista que tengo se ve un parque donde los jóvenes se pasean en parejas de hombres, jamás vi un chico y una chica, pero allá cada uno con su vida, si no, los jóvenes juegan al fútbol, vamos la rutina; lo que veo raro son los barrotes que me pusieron en mi ventana, creo que lo pusieron para mi seguridad, parece ser que los vecinos son ladrones, es así este país, la seguridad ante todo y la basura en prisión.

Aquí tenemos también el conserje, bueno los conserjes, francamente bien, esta agencia inmobiliaria tiene muchos empleados, todos los días hay empleados diferentes, además todos visten de la misma forma, como si fueran todos a la misma tienda de ropa, lo que si se es que adoran el azul marino...

Francamente son correctos, por la mañana te despiertan y te dan los buenos días y te traen el pan desde la panadería a medio día te ofrecen el almuerzo, pero francamente no me gusta lo que hacen de comer, yo no se lo hago saber, después de todo lo que hacen por mi, eso no se hace.

Incluso el correo me lo traen, ya no tengo que ir al buzón ni nada, yo creo que con esta vida de lujo que llevo, algunos están envidiosos de mi apartamento, mi propia familia me envidia, solo me visitan una vez por semana y no te digo el tiempo que duran sus visitas, siempre llegan con prisas, y se marchan cuando aun queda ¼ de hora mas, incluso mi madre no para de mirar la hora cuando me visita, pero tranquilo, yo los comprendo, lo que pasa es que hubieran querido tener la suerte que tengo yo.

Lo que no saben son los inconvenientes, esto no es un hotel, si vienes buscando la tranquilidad no estas bien servido; por ejemplo las tardes de partido de fútbol a la tele, a la final de la copa del mundo, si Francia marca, todos al mismo tiempo dan golpes en la puerta y cuando Italia consigue el empate, dan los mismos golpes, yo no sabia que había tantos franceses de origen italiano; ¡estos cabrones de italianos nos robaron la copa, nos la robaron!

Aquí me siento espiado, hay muchos viciosos, todo el mundo quiere saber que es lo que hago, ¡que mi apartamento no es un museo!, además he perdido las llaves de mi casa, pero el conserje tiene los dobles, así que me habré cada vez la puerta, son amables, ha desde luego que nunca dejare mi apartamento, aunque el problema es ¿a quien le pago el alquiler?